Carlitos
estaba sentado mirando la pequeña montaña de regalos que estaban cerca de la
chimenea. Su madre entró y le dijo: En que piensas Carlitos?
Carlitos dijo…estaba pensando en cuál de
estos será el mejor regalo.
Carlitos- respondió su madre- el valor de los
regalos no se mide ni por el tamaño, ni por el color, el precio o la simple envoltura, ni siquiera por
la utilidad del mismo. El valor de un regalo se mide por el corazón.
Por el corazón, mami? Los regalos no tienen
corazón.
Carlitos, los regalos si tienen corazón.
No mamí…mira-tomando un regalo lo puso en
el oido y dijo- Mira mami, no se escuchan latidos.
Oh Carlitos. Los regalos si tienen corazón.
Es el corazón de quién lo da, que se extiende hasta el regalo mismo. Cuando
alguien te da un regalo, solo por compromiso o con motivaciones erradas, ese
regalo llega a ti sin corazón. Pero, cuando alguién te da un regalo con todo su
corazón, ese palpitar viene al regalo y ese es el verdadero valor del mismo.
Carlitos sonrió y dijo: Uhhh, entonces tengo
que volver a hacer otro regalo, porque el regalo que tengo para Rosita, no
tiene corazón.
La madre sonrió y le dijo: Mirá, nunca un ser humano ha recibido un regalo de más valor que el regalo que Dios nos dió. Nos dió a su único hijo y nos lo dió con todo su corazón, para que tú ahora tuvieras tu corazón vivo y vibrante.
La madre sonrió y le dijo: Mirá, nunca un ser humano ha recibido un regalo de más valor que el regalo que Dios nos dió. Nos dió a su único hijo y nos lo dió con todo su corazón, para que tú ahora tuvieras tu corazón vivo y vibrante.
De verdad? preguntó Carlitos.
Seguro hijo. Por eso tienes que amar ese regalo con todo tu corazón, porque
ese regalo trae el corazón de Dios. Vive con ese regalo y para ese regalo.
Si mamí -dijo Carlitos- Lo haré y salió
corriendo para jugar con Rosita.
Has visto a Jesús como el más grande regalo
para tu vida?
Vives para él y por él?
Este es un buen día para entender el corazón
de Dios y tener el mejor regalo.
Por tanto, el Señor mismo os dará una señal: He aquí, una virgen
concebirá y dará a luz un hijo, y le pondrá por nombre Emmanuel. Isa 7:14
Porque de tal manera amó Dios al mundo, que dio a su Hijo
unigénito, para que todo aquel que cree en El, no se pierda, mas tenga vida
eterna.
Porque Dios no envió a su Hijo al mundo para juzgar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por El. Juan 3:16,17
Porque Dios no envió a su Hijo al mundo para juzgar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por El. Juan 3:16,17
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